Valoración del impacto económico y social de los préstamos otorgados por Enisa entre 2005 y 2013

Por sus especiales condiciones, el préstamo participativo puede considerarse más que un mero instrumento financiero, ya que aporta valor a la empresa, aspecto especialmente favorable en el caso de las PYME, más aún en sus fases más incipientes con difícil acceso a la financiación ordinaria, y porque, además, este tipo de préstamo contribuye a construir estructuras financieras más sólidas.

La versatilidad del préstamo participativo –que le permite combinar ventajas de recursos propios y externos y adaptarse a la maduración del proyecto financiado–, así como su proximidad a los fondos propios, son motivos más que suficientes para considerarlos una eficaz vía de cofinanciación que ayude a alcanzar los objetivos estratégicos de un proyecto empresarial.

Además de glosar sus virtudes, creemos que es importante contar con datos y análisis que, efectivamente, respalden la tesis de que el préstamo participativo de Enisa es un instrumento financiero con indudables ventajas para pymes y emprendedores. Y en esta línea de trabajo, que iniciamos en el año 2013, seguimos contando con la colaboración de José Martí Pellón, Catedrático de Economía Financiera de la UCM y experto en Capital Riesgo.

En esta ya quinta edición del estudio, se aborda la valoración del impacto económico y social de las empresas beneficiarias de las inversiones realizadas por Enisa entre 2005 y 20013, analizando su evolución hasta 2015 en variables tales como empleo, ventas, margen bruto, activos totales y activos inmateriales.

Del mismo modo, con la información obtenida y ordenada sobre qué líneas de financiación tienen mayor impacto económico y social, en qué sectores, en qué fase del desarrollo de la empresa, etc., se dispone de elementos de valoración que, además de afianzar y respaldar nuestra actividad, contribuyen en la definición y desarrollo de iniciativas y planes para el futuro.

Nuestra intención no es otra seguir apoyando al emprendimiento innovador, a las pymes de este país, tanto a las nuevas como a las veteranas, y aportar ese impulso financiero necesario para que salgan adelante buenos proyectos que sigan haciendo de la economía española un ejemplo de dinamismo e innovación en el escenario internacional.