Atrás
Elena García Armada ha conseguido crear una tecnología que mejora la calidad de vida de las personas que no pueden andar. Marsi Bonics fue creada para ayudar y Enisa le concedió en 2016 un préstamo de 100.000 euros.
22 de enero de 2019
Amante de la robótica desde muy pequeña y manitas de su casa, así es Elena García Armada, fundadora de Marsi Bionics. Elena trabajaba como investigadora del CSIC liderando proyectos de investigación cuando se dio cuenta de que había un grandísimo número de niños afectados por enfermedades neurológicas desde parálisis cerebral y enfermedades neuromusculares hasta atrofias y distrofias musculares.
"Sabía investigar pero no sabía crear una empresa ni tenía formación para ello. Me di cuenta de que desde la ingeniería y la robótica se podían abordar estas enfermedades y por eso decidí emprender", resalta la fundadora. Por ello, el producto que habían creado no se podía quedar en un laboratorio.
Y así nació Marsi Bionics, un proyecto empresarial diferente en una de las áreas más complejas para llegar al mercado, ya que estamos hablando de alta tecnología con unos costes de desarrollo muy elevados.
Para la empresa, el apoyo de Enisa ha sido fundamental en el proceso de transferencia tecnológica, "gracias a su apoyo hemos podido conseguir el socio industrial que ha sido un pilar fundamental para poder llegar al mercado" asegura García Armada.
Un emprendedor emprende con alma no solo haciendo un balance económico y Elena afirma que el día que vea a esos niños caminando sabrá que "todos los esfuerzos han valido la pena".