Sepiia

"“Queremos que la moda haga la vida más fácil, sea más responsable y dure mucho más”"

Federico Sainz de Robles

Fundador y CEO

Atrás

Sepiia

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, sorprende que la ropa que usamos a diario apenas haya cambiado en décadas. Mientras los smartphones incorporan inteligencia artificial y los coches se vuelven autónomos, seguimos planchando camisas y lavando prendas que se deterioran con rapidez. Sepiia nació para cambiar esta realidad: prendas inteligentes que combinan diseño, confort y sostenibilidad. Hablamos con su fundador, Fede Sainz de Robles, para conocer cómo esta empresa española está revolucionando la industria textil.

02 de octubre de 2025

Sepiia: Innovación textil para un futuro más sostenible y funcional

¿Qué es la moda inteligente?

Para Sepiia, la moda inteligente son prendas que facilitan la vida del usuario gracias a la tecnología. Diseñan productos que reducen el cuidado —menos lavados, menos plancha— y aumentan la durabilidad. Ropa que no se arruga, repele líquidos, evita manchas y dura más tiempo, reduciendo el impacto ambiental y el gasto del consumidor.

Innovación más allá de la tecnología

La innovación en Sepiia es transversal: desde el diseño funcional y estético hasta los procesos de producción. Apuestan por materiales reciclados y ecodiseño, pensando en todo el ciclo de vida del producto para que sea reciclable al 100 %. Trabajan con proveedores españoles y portugueses, aprovechando el conocimiento de una industria textil puntera en innovación.

De la NASA al gimnasio… y ahora al día a día

“Los tejidos técnicos llevan décadas con nosotros. Los primeros nylon y licras aparecieron entre los años 40 y 60. Al principio, estas innovaciones se desarrollaban para sectores muy concretos, como la ropa para astronautas o deportistas de élite. Poco a poco, fueron llegando al consumidor final, sobre todo al deporte”, explica Fede, fundador de Sepiia.

El cambio ha sido evidente: “Hace 15 años, la gente iba al gimnasio con una camiseta de algodón. Hoy, todo el mundo viste prendas técnicas, con tejidos transpirables, que se adaptan al movimiento y mejoran el rendimiento. Sin embargo, esa innovación no había llegado a la ropa que usamos a diario”, aclara.

Un hueco en el mercado: tecnología para la ropa cotidiana

En sectores como la biomedicina, la innovación textil ha alcanzado niveles sorprendentes: tejidos con principios activos, materiales antibacterianos, prendas para entornos extremos… Pero, ¿qué pasa con la camisa que llevamos a la oficina o la prenda que usamos para una reunión importante?

“Ahí vimos la oportunidad. Queríamos trasladar toda esa tecnología a la ropa del día a día. Porque, aunque las prendas deportivas son fantásticas, no puedes llevarlas a una gala o a una reunión. Existe una barrera entre lo técnico y lo cotidiano, y nosotros queremos romperla”, afirma el CEO de Sepiia.

¿Fibras naturales o materiales reciclados? 

Cuando pensamos en calidad textil, solemos imaginar fibras naturales como el algodón o el lino. Sin embargo, Sepiia ha apostado por materiales reciclados y tecnología avanzada para crear prendas más duraderas, funcionales y sostenibles. ¿Cómo se equilibra esta ecuación? Federico Sainz de Robles, nos lo explica: “Cada material tiene ventajas y limitaciones. El algodón, por ejemplo, es agradable, pero se arruga, encoge y se desgasta rápido. Además, su reciclaje es muy limitado: apenas soporta un ciclo y pierde calidad”, precisa.

Por eso, desde mediados del siglo XX, la industria desarrolló fibras sintéticas como el poliéster o la poliamida, inicialmente derivadas de fuentes fósiles. “Durante años hemos demonizado el plástico, pero es un material con una gran virtud: puede reciclarse muchas veces, algo que no ocurre con las fibras naturales”, comenta.

Del plástico reciclado a la prenda inteligente

La empresa utiliza poliéster reciclado de alta calidad, con prestaciones equivalentes a un material virgen. Una camisa de Sepiia ahorra un 98 % de agua frente a una de algodón convencional y reduce a la mitad las emisiones de CO₂. Además, han desarrollado un sistema de recogida para reciclar prendas usadas, fomentando la economía circular. “El hilo que obtenemos tiene la misma calidad que uno nuevo, pero procede de material reciclado. Luego lo transformamos para que sea transpirable, no se arrugue, no encoja y tenga una durabilidad muy alta”, apunta Sainz de Robles.

También, el impacto ambiental es notable:
— 98 % menos consumo de agua frente a una camisa de algodón convencional.
— Más del 50 % de reducción en emisiones de CO₂.
— 100 % reciclable al final de su vida útil.

Rompiendo mitos: ¿qué es mejor?

El CEO de Sepiia advierte que “existe una visión romántica sobre las fibras naturales, pero no siempre son la mejor opción. Gracias a la innovación, hoy podemos ofrecer tejidos que combinan confort, funcionalidad y sostenibilidad. Nuestro objetivo es que el usuario disfrute de prendas que duren más, requieran menos cuidados y generen el menor impacto posible”.

Competencia y valor diferencial

Sepiia se diferencia por su enfoque integral: funcionalidad, tecnología y diseño. Su objetivo no es solo usar materiales reciclados, sino crear prendas que realmente mejoren la vida del usuario. También colaboran con otras marcas como El Ganso para compartir su tecnología y visión de ecodiseño.

Una industria en transformación

La moda es uno de los sectores más contaminantes y la normativa europea impulsa cambios hacia la responsabilidad ampliada del productor y la trazabilidad total de las prendas. Fede defiende que España debe apostar por procesos de alto valor añadido, reciclaje, ecodiseño y tecnología para generar empleo de calidad. Además, subraya la necesidad de concienciar al consumidor: “No podemos seguir renovando el armario sin control. Aunque hagamos productos sostenibles, siempre habrá impacto. Hay que equilibrar sostenibilidad ambiental y viabilidad económica”.

En este contexto, Sepiia busca ofrecer prendas duraderas y accesibles, que compitan con la moda low-cost no solo en precio a largo plazo, sino en valor. “Una camisa nuestra dura mucho más, ahorra en lavados y plancha, y al final resulta más económica que comprar prendas de usar y tirar”, explica. También destaca la importancia de medidas regulatorias, como la tasa Shein en Francia, para garantizar una competencia más justa frente a productos fabricados en condiciones menos responsables.

De Valencia al mundo

Sepiia nació en 2016 como respuesta a un vacío en el mercado: aplicar la tecnología textil, presente en sectores muy técnicos, a las prendas de uso diario. Su fundador, ingeniero y diseñador especializado en nuevas tecnologías textiles, detectó la oportunidad tras años trabajando en proyectos de I+D en AITEX. “Siempre me atrajo la idea de resolver problemas y mejorar productos que usamos a diario, como la ropa”, dice.

Los primeros años se centraron en investigación, desarrollo y prototipos, hasta que en 2019 lanzaron su primera colección. Comenzaron vendiendo online, pero tras la pandemia abrieron su primera tienda física en Madrid, seguida de otra en Barcelona, y ampliaron su presencia a El Corte Inglés y tiendas multimarca. Hoy, Sepiia vende online a todo el mundo y prepara su expansión internacional con París como primer destino.

Actualmente, la compañía cuenta con 31 personas repartidas entre Madrid y Valencia, organizadas en áreas como producto e innovación, operaciones, ecommerce, marketing, retail y atención al cliente. “Empezamos con pocos recursos, aprendiendo paso a paso, y hoy seguimos creciendo con el objetivo de ofrecer una colección completa que acompañe al usuario en cualquier momento del día”, refiere Fede.

En Sepiia, la fabricación es un pilar estratégico. Aunque la compañía ha crecido y diversificado su producción, mantiene un fuerte compromiso con la industria local y la calidad. “Producimos cerca para garantizar calidad, sostenibilidad y aprovechar el talento textil español. Casi el 100 % de nuestros tejidos se producen en España. Parte de la confección también se hace aquí y otra en Portugal. Algunas prendas específicas, como las exteriores, se fabrican en Marruecos y, en casos puntuales, en Asia, donde existen talleres muy especializados para productos técnicos. Siempre bajo un principio: garantizar que todo se hace de forma ética y responsable”.

El valor de producir en España

España fue durante décadas un referente en la industria textil, hasta que en los años 70 y 80 gran parte de la producción se trasladó a Asia. “Los proveedores que sobrevivieron fueron los que apostaron por la innovación. Hoy trabajamos con empresas centenarias que han sabido reinventarse y que exportan tecnología a todo el mundo”, manifiesta.

Este ecosistema innovador, impulsado por entidades como AITEX, ha permitido que España siga siendo puntera en desarrollo textil. “Para nosotros es un orgullo aprovechar ese conocimiento y contribuir a que no se pierda. Además, producir cerca nos da agilidad: podemos visitar a nuestros proveedores en tren o coche, trabajar juntos en mejoras y reducir el impacto ambiental”, añade.

Producir en España no solo es una cuestión de orgullo, sino también de simplicidad y control. “Es más fácil garantizar la calidad y la trazabilidad cuando trabajas cerca. Y, por supuesto, es una apuesta por la sostenibilidad: menos transporte, menos emisiones y más valor para la economía local”, concluye Fede.

El factor decisivo: las personas

En el camino del emprendimiento, conseguir financiación es uno de los grandes retos. ¿Qué buscan los inversores en un proyecto? El fundador de Sepiia, lo tiene claro: confianza en el equipo. “Hay muchas ideas buenas, pero lo difícil es ejecutarlas. Para eso necesitas un equipo comprometido, con perfiles multidisciplinares y muy enfocado en lo que hace. Cuando hemos recibido inversión, siempre nos han dicho lo mismo: confían en el proyecto y en el mercado, pero sobre todo confían en el equipo que lo lidera”, afirma.

El mundo de la inversión también tiene tendencias: blockchain, inteligencia artificial, biotecnología… “Pero, más allá de las modas, un inversor debe entender el mercado en el que invierte. En nuestro caso, la moda es un sector enorme: en España representa casi el 3 % del PIB. Por eso es clave mostrar una propuesta de valor clara y diferenciada”, subraya.

Además del equipo y la propuesta de valor, los inversores buscan un plan sólido: qué se quiere conseguir y cómo se va a lograr. “No basta con tener una buena idea, hay que demostrar que existe un camino realista para convertirla en negocio”, sostiene.

Consejos para emprendedores

Fede recomienda tener mucha pasión por lo que se hace, rodearse de un buen equipo y entorno personal, y entender bien qué problema se resuelve y por qué. La resiliencia y el apoyo emocional son claves para superar los momentos difíciles.

El papel de Enisa

Sepiia recibió un préstamo participativo de 300.000 euros de Enisa, una financiación clave para afrontar la estacionalidad del sector y garantizar liquidez en momentos críticos. “Nuestro negocio no es como una app que se descarga al instante; vendemos productos físicos que hay que producir antes de vender. Eso implica adelantar grandes pagos para fabricar las colecciones de cada temporada”, precisa Fede.

Gracias a este apoyo, la empresa pudo financiar stock y asegurar la disponibilidad de producto para campañas completas, como la colección de otoño-invierno. “Sin herramientas de financiación como esta, sería imposible sostener el ritmo de producción y crecimiento”, añade.

Además del respaldo económico, el sello Enisa actúa como un aval de confianza ante inversores y entidades financieras. “Es un sello de calidad que valida nuestro proyecto y nos da visibilidad. Aunque todavía no hemos solicitado nuevas rondas, sabemos que contar con Enisa será un factor diferencial en el futuro”, concluye.

Premio Nacional de Innovación

En 2023, Sepiia fue galardonada con el Premio Nacional de Innovación en la categoría de Pequeña y Mediana Empresa Innovadora, un reconocimiento que valida su trabajo y anima a toda la industria a apostar por la innovación.

Próximos retos

Sepiia quiere abordar la colección femenina, abrir nuevas tiendas y seguir desarrollando productos que combinen confort, tecnología y sostenibilidad. También reforzar su presencia internacional y educar al consumidor sobre el consumo responsable.

Porque vestir bien ya no es solo cuestión de estilo, sino de conciencia. Sepiia nos recuerda que la tecnología puede ser bella, y que la sostenibilidad no es una tendencia, sino el camino.