18 oct. 2023
En Historias de emprendimiento hablamos con Yanina Hallak, cofundadora y CEO de Uarx, una empresa nacida en Galicia en 2020 que proporciona servicios de transporte en el espacio a destinos no tradicionales, desde órbitas bajas de la Tierra hasta la Luna y el espacio profundo que, además, ha creado el primer dispensador de nanosatélites 100 % español. Uarx ha obtenido un enisa de 50.000 euros en 2021.
"Hay una economía alrededor de la Luna importante y queremos tomar la delantera en este mercado"
Desde los 6 años quería ser astronauta y se formó haciendo un curso de entrenamiento para ello. Y, aunque le hubiera gustado decir que llegar hasta donde está ahora ha sido sencillo, la realidad es que no ha sido así: “No me lo han puesto fácil, pero después de haber sorteado obstáculos me gustaría servir de inspiración a generaciones más jóvenes, ayudándoles a que el camino sea más sencillo”.
La idea de UARX surge en el año 2016. Decidieron poner en marcha el proyecto después de que los dos fundadores de la empresa, Yanina Hallak y Andrés Villa, hubieran realizado sus segundas maestrías en Ingeniería Aeroespacial en la prestigiosa universidad Cal Poly (EE UU) —la universidad que cocreó el estándar de los CubeSats o los nanosatélites—. “Siempre digo que todos me entrevistan a mí, pero la idea fue de Andrés. Es una persona muy visionaria”.
También contaron con la ayuda de un reconocido profesor de esta universidad, quien les acompaña como asesor técnico, el doctor Jordi Puig-Suari, el cocreador de los CubeSats. Tras muchas charlas de cómo llevar adelante la idea, en 2020 se materializó en una empresa.UARX tiene como cometido la logística espacial, realizando despliegue de satélites en órbitas, con satélites que van desde 250 gramos hasta 450 kilos. “Nuestro objetivo a largo plazo como empresa es poder hacer este tipo de transporte en el espacio profundo y la Luna”, dice Yanina Hallak. El espacio profundo “son órbitas que están bastante lejanas. Hay una economía alrededor de la Luna importante y se está empezando a generar un mercado muy grande para los próximos años. Nosotros hemos querido tomar la delantera”, aclara. Y, si bien por el momento no hay clientes interesados en ir a la Luna, en los próximos años los habrá. “Por eso, hemos decidido empezar nuestro negocio en las órbitas bajas de la Tierra, establecidas entre los 300 y los 2.000 kilómetros”.
Continuando con la posibilidad de ese nuevo mercado en la Luna, la co-CEO de UARX comenta que “muchas agencias espaciales, no solo la NASA, también la Agencia Espacial Europea, están planteando que vayan humanos a vivir y que haya bases de gente viviendo y trabajando en la Luna. Esa gente necesitará tener comunicaciones, una red tipo GPS… Es decir, entorno a todo esto se va a crear una economía. Por eso, ahora mismo ya se están haciendo muchos desarrollos: desde materiales que puedan perdurar en el tiempo de las misiones, hasta investigaciones sobre los efectos psicológicos para las personas en ese ámbito. Entendemos que ahí es donde va a haber un mercado muy grande de transporte espacial”. Yanina también señala que no queda tanto para que veamos todo esto: “Será de aquí a pocos años. Incluso todas las agencias espaciales hablan de ir después a Marte. Obviamente, Marte todavía está mucho más lejano, pero también se ha dice que la primera persona que va a ir a Marte ya ha nacido”.
Un buen país para emprender
Los dos fundadores de UARX son argentinos. Decidieron venir a emprender a España porque “conocimos un par de «galegos«», de quienes nos hicimos muy amigos por esto de la cultura, las comidas… Al final, terminamos colaborando con la Universidad de Vigo para algunos proyectos. En aquel momento, la persona que estaba a cargo del laboratorio espacial, el doctor Fernando Aguado —responsable de poner el primer CubeSat español en órbita y que se hizo aquí, en Vigo— nos convocó para poder trabajar con él en un proyecto de CubeSat, mientras hacíamos paralelamente el doctorado en Ingeniería Espacial en la Universidad de Vigo”.
Entre tanto, su hijo nació en Nigrán y, aunque se plantearon la posibilidad de ir a otros países, como Luxemburgo, nos enamoramos de esta tierra. “Es una zona preciosa. Además, hemos recorrido toda España y es un país espectacular para vivir. No creo que haya ningún lugar en el que uno diga que se vive mal. Hemos estado en muchos países y cuando decidimos emprender —que no es fácil—, nuestro planteamiento fue hacerlo en un entorno agradable, en el que uno sale de trabajar y tiene la playa a un kilómetro”.
Yanina Hallak afirma que, aunque no han emprendido en ningún otro país, “España tiene un montón de oportunidades y ventajas” y considera que está subvalorada: “Aquí hay gente que vale muchísimo; hay muy buena materia prima; la calidad de vida es altísima, el clima es fantástico. Al final, uno le dedica muchas horas al trabajo y también hay que sacar provecho a la vida. Muchos piensan que los ingenieros somos robots, pero la realidad es que también nos gusta disfrutar y estar bien”.
Escalar poco a poco
En cuanto a la captación de fondos, sostiene que es mayor en otros países, pero también tenían muy claro que no querían crecer rápidamente y “pasar de ser 2 a 50 en tres meses. Queremos un crecimiento escalado y sostenible”.
El equipo actual de UARX está compuesto por 11 personas y hasta final de año tienen previsto llegar a los 18. “Priorizamos calidad antes que cantidad y cada uno de nosotros hace de todo. Cuando el equipo se está formando, se adapta a los cambios y a las circunstancias”.
También están acostumbrados a acomodarse a los recursos, unas veces mayores y otras menores. “Hemos crecido con recursos mucho más limitados. Siempre pongo el mismo ejemplo: en mi universidad yo tenía unos 100 euros de presupuesto para todo el año. Con esa cantidad aquí en Europa no se hace nada, pero uno aprende a vivir con ello y después, piensas que, si con 100 has podido hacer esto, con 1.000 euros hay más opciones”.
¿Qué hacen dos ingenieros en Nigrán?
Confiesa que lo que más les costó a la hora de poner en marcha el proyecto fue que les creyeran. “Nos decían despectivamente que qué hacían dos ingenieros aeroespaciales perdidos en un pueblo en medio de la nada. Ahora lo comento con una sonrisa, pero en ese momento…”. Es cierto que "permanentemente surgen nuevas startups; ideas maravillosas tiene todo el mundo, pero la mortalidad en las etapas iniciales es muy alta”. Pero, cuando lograron cruzar ese primer tramo y fueron elegidos por la Agencia Espacial Europea, les empezaron a tomar en serio. “Uno al principio tiene que ser su propio fan y alentarse a sí mismo, porque si se escuchan las voces críticas, es difícil continuar. Pero bueno, este mercado está creciendo y cada vez surgen más oportunidades, así que ahora estamos a tope”.
Y es que, Yanina y Andrés fueron pioneros en España en el desarrollo de un dispensador de CubeSats y la primera empresa —al menos startup— que ha creado un anillo de separación para satélites, lo que no es baladí, porque tan solo hay seis dando vueltas alrededor del mundo.
Su experiencia internacional también ha sido positiva y se han sentido bien acogidos en el mercado. “Tenemos clientes en Francia, en Grecia, en un par de países de Sudamérica y ser marca España creo que le ha hecho bien al país. Hemos aportado un poquito de lo que está haciendo todo el ecosistema español de startups en el espacio y lo vamos a seguir haciendo”, declara.
La co-CEO de UARX nos explica que los primeros CubeSats, hace ya más de veinte años, se crearon cuando Jordi Puig-Suari y Bob Twiggs, profesores universitarios, decidieron mostrar a los alumnos cómo eran los subsistemas de un satélite, metiéndolos en cubos de 10x10x10, a través de la miniaturización de un satélite. Eso fue lo que dio origen al primer cubo de una unidad que, después, se convirtió en dos, tres y ahora hay CubeSats de 16 e incluso de 27 unidades. La manera de poner en órbita ese cubo es que vaya montado en un dispensador. Esto es, “una caja que tiene un mecanismo de separación que lo que hace es ponerlos en la órbita que el satélite necesita para operar.
El 80 % de sus clientes son empresas comerciales que necesitan poner sus satélites en órbita para comunicaciones, seguimiento de costas y otras cuestiones. Cada satélite, cada empresa tiene una función especial, “pero también tenemos universidades y centros de investigación que desarrollan alguna carga de pago para probarla, como por ejemplo alguna antena, algún ordenador de abordo. De esta manera, resulta más asequible lanzar algo al espacio. Somos, básicamente, un servicio de logística”. Yanina también se muestra muy orgullosa de Rami (un dispensador). “Es un producto 100 % español con el que estamos cerrando el círculo de soberanía nacional. Además, nos llena de orgullo porque hemos cumplido con los objetivos que nos pusimos en 2020”. De hecho, UARX ha sido elegida por la Agencia Espacial Europea para llevar un dispensador, esto es, un Rami, en el Ariane 6, junto con otros tres que pertenecen a Alemania.
Pocos recursos, pero mucho ingenio
¿Y qué hace disruptivo este producto frente a otros existentes en el mercado? Yanina responde que “aunque desde fuera pueden parecer todos iguales, la realidad es que este anillo es distinto. Cuando se tienen pocos recursos uno tiene que ingeniárselas, el triple, así que desde que éramos estudiantes hemos aprendido a recabar hasta los detalles más pequeños, aprendiendo a detectar las necesidades que nos han conducido al desarrollo de un dispensador que, hoy por hoy, es el único en el mercado que tiene triple redundancia (si las puertas no se abren a la primera hay hasta tres posibilidades, con una tecnología distinta a las otras dos) y, por otro lado, hemos conseguido montar un puerto de comunicaciones y de energía para que la batería de los satélites vaya cargándose todo el tiempo”.
UARX ha firmado acuerdos con instituciones como DRL, la Agencia Espacial Alemana y, recientemente, con Sener. “Con DLR venimos trabajando desde 2020 y para nuestro vehículo de transferencia orbital, que vamos a lanzar en junio de 2025, ellos van a proveer el sistema de comunicaciones y también un sistema de ADSB para tracking de aviones y un par de antenas. También nos hace especial ilusión trabajar con Sener Aeroespacial, empresa de 3.000 personas que se ha fijado en nosotros. Van a ser los proveedores del sistema de navegación guiado y control de nuestro OTV y esto es muy importante para UARX, porque hasta ahora, la mayoría de los OTV que se han lanzado han fallado y nosotros hemos conseguido tener el mejor sistema de navegación que hay en el mercado”. El lanzamiento en 2025 ya tiene el vuelo programado con un lanzador americano que, por cuestiones de confidencialidad, no nos desvela. “Vamos a lanzar desde Cabo Cañaveral el primer vehículo de transferencia orbital”.
Con respecto a la necesidad de financiación, Hallak comenta que al arrancar el proyecto solicitaron a Enisa 50.000 euros. “Nos lo había recomendado mucha gente porque, al final, son préstamos para empresas que están arrrancando y nosotros, en ese momento, teníamos una necesidad de financiación bastante urgente. El dinero nos ha servido para poder montar el laboratorio de electrónica y la compra de equipos, así como para el testeo y fabricación de espectro, osciloscopios y demás elementos que van a estar a bordo de ese vehículo de transferencia orbital en 2025. Así que creo que la solicitud de financiación, a través de la página web de Enisa, está bastante bien resuelta, por lo que sí animaría a quien se esté planteando emprender a que lo solicite”. De hecho, ahora que la empresa está creciendo, están pensando en solicitar un nuevo préstamo a Enisa para seguir avanzando.
El PERTE Aeroespacial y futuros proyectos
Yanina también nos habla del PERTE Aeroespacial, un proyecto con fondos de la Unión Europea para la recuperación de España. “Nosotros fuimos convocados por Pangea Aerospace, una empresa de Barcelona que está desarrollando sus motores y un cohete y que han planteado un plan nacional, en el que estamos involucradas diferentes empresas de distintas partes de España. Nuestra participación en este PERTE es en lo referente a sistemas de separación, en lo que somos expertos, y la acomodación de cargas de pago. Es decir, acomodar a los clientes dentro del volumen que tiene reservado un cohete, por eso somos un buen partner para ellos que tienen un gran conocimiento en motores y en cohetes, pero no así en la parte de clientes y de cargas de pago. Así que, cuando nos lo propusieron, nos pareció una idea muy buena y les agradecimos poder colaborar y que una empresa de Galicia esté aportando su trabajo en un cohete español”.
Pero no queda ahí la cosa. Entre sus próximos proyectos está la participación en el primer lanzamiento del cohete de nueva generación de la Agencia Aeroespacial Europa, el Ariane 6, que tendrá lugar entre abril y junio del próximo año. Y es que, UARX, de aquí a 2025 tiene tres lanzamientos en cartera: Ariane 6, Spectrum y el lanzador americano.
Ir “como un cohete” está claro que es lo suyo y aún tienen por delante muchos retos técnicos, como es normal en una empresa de base tecnológica. “Estamos con muchísimos ensayos de calificación de varios de nuestros productos; la infraestructura también es otro reto con la puesta en marcha de nuestra sala blanca y la cleanroom”.
Su visión para los próximos años es optimista: “Vamos a mantener perfil bajo y a seguir trabajando muy duro todos los días y las horas que hagan falta para sacar adelante los proyectos que la empresa tiene por delante. Nos vemos como un nuevo player con una potencialidad enorme y, sobre todo, avanzando rápido porque en esta industria, si uno va lento llega tarde a veces”.