Lesielle

"Mientras que una empresa no es rentable, el resto son expectativas o solo humo”

Aunque en sus raíces la inquietud de emprender ya estaba presente desde su niñez con el ejemplo de su madre emprendedora, la idea de poner en marcha su proyecto empresarial surgió de una necesidad personal, a la búsqueda de una crema cosmética que se adaptara a sus necesidades.

Rubén Rubiales afirma que en cosmética hay dos máximas universales: “la piel es única y está en continuo cambio”. La cosmética actual no cumplía con la adaptabilidad a estas dos cuestiones, y así es como surge Lesielle.

Cosmética personalizada y adaptada a cada necesidad
Partiendo de esta visión, su objetivo era el de lograr que “cada persona pueda tener el cosmético que necesita en cada momento”, para lo que han creado la “Nespresso de la cosmética”, un aparato del tamaño de un móvil, con el que, pulsando un botón se puede crear un cosmético a medida de cada persona. El dispositivo tiene dos compartimentos: el de recarga y otro en el que se añaden ingredientes activos, pudiendo añadir hasta cuatro diferentes, pudiendo realizar un test diagnóstico que nos indicará cuál es el adecuado para nuestra piel. Además, el aparato puede ser compartido por varias personas, puesto que la mezcla se hace de forma individual.

El CEO de Lesielle confiesa que entre las dificultades mayores que se han encontrado es el tener que lidiar con el hardware, dado que las inversiones han tenido que ser más intensivas, el desarrollo y correcciones de producto se van a varios años con el aumento correspondiente de los costes y tiempos. También apunta que el marketing es otra cuestión complicada, porque al ser un producto disruptivo y novedoso resulta más difícil de comunicar.

Otro aspecto a tener en cuenta era encontrar talento, si bien contaron con la ventaja de tener un ingeniero aeronáutico en el equipo, desde los inicios. Además, incorporaron otras personas al equipo y también trabajan con colaboradores externos.

Su valor diferencial en el mercado es ser “muy diferentes a lo que existe. Ofrecemos una cosmética adaptada a los cambios de la piel de cada persona, con una formulación más efectiva y, además, el dispositivo es smart, es decir, inteligente, lo que permite la conexión y la posibilidad de una consulta en tiempo real y la obtención de datos”. La fórmula está también pensada para pieles sensibles, ya que como los tratamientos se añaden de uno en uno, es posible detectar si hay sensibilidad a alguno de los ingredientes.

La tecnología les ha ayudado a poder vender su producto online y son la única cosmética personalizada a nivel mundial disponible omnicanal y almacenable. Para entender esto, Rubén Rubiales explica que, tradicionalmente, la personalización cosmética es una fórmula creada para una persona y no es posible solicitarla en unos grandes almacenes, porque hay que hacerla. La tecnología, además, les ha posibilitado la automatización de procesos, email marketing, obtener visibilidad, la posición SEM y SEO en diferentes países y, por supuesto, la aplicación con la que cuenta el dispositivo, “una herramienta que permite la interactuación con el consumidor”.

David frente a Goliat
Son conscientes de que los competidores son grandes porque la cosmética “es un campo de grandes jugadores, con muchos recursos y mucha competencia, pero nuestra ventaja es que somos muy diferentes, lo que nos permite estar en espacios donde a otros no les es posible”.

Otra de las cuestiones principales cuando crearon la compañía fue el desarrollo de tratamientos asequibles para todo el mundo. “Veíamos que la cosmética personalizada era muy de nicho y de alto poder adquisitivo y queríamos simplificar esto, reduciendo costes. Creemos que hemos creado un producto muy premium, pero con precios medios, lo que técnicamente se denomina masstige o mercado de lujo asequible”.

Sus clientes también han aportado su punto de vista y sugerencias, que han implementado en la nueva versión del dispositivo que tiene más de 150 cambios con respecto a la original.

Con respecto al logro de los objetivos que se habían propuesto cuando crearon la empresa en 2016, Rubiales señala que “se han cumplido, pero en plazos e inversiones muy diferentes a las que teníamos estimadas”.

Están presentes en Turquía, en farmacias, en Reino Unido, en tiendas estéticas y próximamente quieren abordar el mercado norteamericano, si bien, quieren crecer más orgánicamente y tener mayor capacidad financiera para entrar en él. Rubén señala también que veremos el dispositivo en los centros comerciales en un futuro.

De cara a próximos pasos, el dispositivo es el producto central y a partir de esto, desarrollarán nuevos tratamientos y bases hidratantes y otros productos complementarios que los clientes han pedido, con nuevas funciones para la aplicación.

Durante la trayectoria de la empresa han ganado numerosos premios como galardón más importante de cosmética del mundo, el Cosmoprof. Si bien, el CEO de Lesielle declara que el hecho de tener al inicio más tiempo para la parte de marketing, les permitió presentarse a diferentes premios y quedar ganadores, aunque la cara agridulce de la moneda es que al llegar tan pronto los reconocimientos, no pudieron capitalizarlos. “En aquellos momentos solo teníamos un prototipo, aunque ahora que contamos con el dispositivo nos presentaremos nuevamente a otros premios” y aconseja a los emprendedores que valoren si deben esperar en este sentido.

"Estar motivado no es lo mismo que perseverar"
En lo que se refiere a inversión, sostiene que el interés y requisitos de los inversores a la hora de valorar un proyecto “dependerá mucho de la etapa en la que inviertan en ti”.

Con el préstamo que ENISA les concedió pudieron llevar a cabo el desarrollo del MVP y el lanzamiento y comercialización del producto de la primera tanda. “Así que fue un empuje financiero vital para nosotros para llegar a la siguiente etapa”.

Preguntamos a Rubén Rubiales sobre mejoras o sugerencias en las políticas de apoyo a emprendimiento y comparte con nosotros su opinión. Se muestra crítico con la actual cuota de autónomos porque “debería ir en la línea de otros países, en los que se tiene en cuenta el nivel de ingresos, o incluso, la que cree más justa: no pagar nada hasta que se alcance un salario mínimo profesional”. Tampoco considera “ideal la forma en que está establecida la cuota de autónomos durante los dos primeros años, precisamente por lo que antes señalaba sobre el salario mínimo”.

Asimismo, dice que tal como existen actualmente las ayudas ―no la financiación―, no están bien pensadas para quienes emprenden o para pequeñas empresas, porque requiere de mucho papeleo para solicitarlas y tampoco supone una garantía de llegar a obtenerlas. Las empresas cortas de recursos o muy ocupadas no van, por tanto, a solicitar estas ayudas. En su lugar lo harán empresas que cuenten con recursos humanos suficientes o que, realmente, no tengan una urgencia o una gran necesidad.

Abordamos con el fundador de Lesielle si emprender fuera de los hubs habituales es más difícil, a lo que contesta que así es, porque el tejido empresarial es mucho más reducido y se crean menos conexiones.

Por último, aconseja: “Emprende solamente si quieres emprender, no para dejar tu trabajo. Estar motivado no es lo mismo que perseverar. Así que trabaja mucho esa parte. Todas las empresas pasan por momentos duros y tienes que estar entrenado para superarlos”. Pero alerta de que tampoco hay que perseverar por cabezonería y dejar a tiempo el proyecto si no funciona. Y recomienda no compararse con nadie: “Como en Instagram, pensarás que todo el mundo es más feliz que tú. Hasta que una empresa no es rentable, el resto son expectativas o solo humo”. 

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