Atrás

Me gusta crear cosas de la nada y pienso que eso es ser un emprendedor

06 ago. 2020

Entrevistamos a Lucas Vidal, un músico con una dilatada trayectoria pese a su juventud; siempre inquieto y a la búsqueda de nuevas experiencias.

¿Qué te emociona?: La música | ¿Cuál es el primer recuerdo musical de tu infancia?: Mi primera clase de solfeo | Tradición vs. música contemporánea, ¿con cuál te quedas?: Tradición | ¿Qué género musical prefieres?: Clásica | Tu músico de referencia es: Bach | Una película sin música es...: Un jardín sin flores (risas) | En tu tiempo libre…: Trato de dormir (risas) | Un sueño alcanzado y uno pendiente: Alcanzado: dirigir en directo una orquesta. Pendiente: hacer una película de animación | Tu pasión: (silencio) Estoy pensando… Vivir con intensidad.

Tenemos entendido que estás estudiando Antropología. ¿Cómo crees que surgió la música, por casualidad o por necesidad?
Creo que surgió como una necesidad de poder comunicarse.

Tu abuelo creó la discográfica Hispavox, ¿De qué manera influyó este hecho en tu vocación?
Seguro que ha tenido mucho que ver el hecho de que mi abuelo fuera músico —porque tenía la carrera de música— y que fundara su discográfica. Además, aunque mis padres no son músicos, en casa siempre se ha escuchado mucha música.

¿Y fue en él en quien te fijaste o tu vocación surgió de otra manera?
No, fue de otra manera. Como en casa se oía tanta música, empecé con el piano, luego la flauta… realmente surgió de una manera bastante natural.

Con 21 años viviste un cáncer, ¿qué te ayudó en esa batalla?
Imaginarme ya curado. Cuando estaba malito me decía: “Piensa que estarás bien y podrás hacer todo lo que quieras”. Y eso fue lo que hizo que todo pasara muy rápido.

¿Qué tiene más poder sobre el ser humano: la música o la tecnología?
Creo que música y tecnología pueden ir unidas. Ahora, para hacer música, la tecnología es indispensable. Cualquier canción pop que se graba utiliza música electrónica: kicks, ipads, etc. La tecnología es muy importante.

A los 16 años te fuiste a EE. UU. a estudiar música, y a los 28 llegó tu primer encargo de Hollywood, ¿qué te ha traído ahora de vuelta a España?
Era un buen momento para volver. Y aunque sigo en contacto con la industria americana, considero que actualmente hay muy buenas producciones en España que no tienen nada que envidiar a las americanas. Hay gente con mucho talento y mucho técnico muy bueno. Y también me apetecía estar en España, con mis amigos y mi familia.

Sin embargo, a pesar del talento, la situación que estamos atravesando resulta bastante complicada para el mundo de la cultura…
Así es. Siempre es el sector más afectado cuando hay una crisis. Sin embargo, pese a esta situación, la gente está contribuyendo con más programas y música que nunca. Por tanto, es importante seguir apoyando a la cultura y al cine, ya que esta también es una manera de que se nos conozca.

¿Está ya todo hecho cuando, como en tu caso, has obtenido dos goyas, un EMMY y has sido nombrado por la Sociedad Americana de Compositores como Mejor compositor del año?
Creo que no. Cada proyecto es un reto y trato de no quedarme en mi zona de confort por el hecho de haber recibido este o ese otro premio. No hay más que ver a nuestro querido Alberto Iglesias, que no para de cosechar éxitos y, quizás, sea la persona con más goyas en la historia de estos Premios. Sin embargo, sigue haciendo proyectos preciosos y con la misma ilusión que cuando empezó.

¿Es necesario reinventarse? ¿Cómo se sale de esa “zona de confort”?
En mi caso llevándolo a la práctica. Y sí, a mí me gusta reinventarme. En 2016 —un muy buen año para mí— decidí dejar apartado un poco el cine y hacer algo diferente. Así fue como empecé a dar forma a mi primer álbum, que se llama Karma. En él mezclo música electrónica y música de orquesta. Quería combinar estos dos mundos –en un principio tan lejanos- y hacer una simbiosis. Al final ha salido bien, principalmente por todo lo que he aprendido, que creo que al final es lo más importante.

¿Cuánto hay de inspiración y cuánto de trabajo en la obra de un creador? (esa conocida frase de Pablo Picasso “que la inspiración te encuentre trabajando”).
Es así. No hay una cosa sin la otra. Lo más importante es el trabajo, más que la inspiración (risas). Desde luego, así soy yo.

¿Y qué papel ha jugado la educación en tu vida a la hora de trasladar esa inspiración al trabajo?
En mi caso ha sido importante. Tener una buena base siempre ayuda y comprender a los grandes de la música y la música clásica me ha dado mucha fuerza y el conocimiento suficiente para poder salir de esa “zona de confort”. Creo que la historia del arte y de la música hay que entenderla y estudiarla para luego poder “romper” esos moldes.

Dicho esto, hay casos en que no es así. Muchos artistas de pop o de otros géneros musicales quizás no tienen ese bagaje que tengo yo y, sin embargo, han hecho auténticas obras de arte. Pero a mí sí me ha servido.

¿Consideras tu primer disco, Karma, más importante en tu trayectoria que tu primera composición?
No. Es una carrera de fondo y ahora tocaba esto. Pero para poder correr una maratón tienes que empezar poquito a poco, y primero hay que empezar a andar. He disfrutado exactamente igual con mis primeros trabajos que con este nuevo reto.

Y con este trabajo, ¿qué expectativas tienes?
Tengo mucha ilusión por llevar el disco al directo. Creo que lo puedo tocar tanto en un ambiente más conservador —como puede ser un auditorio— como en una sala de arte o en un festival de música electrónica a las cuatro de la mañana, donde la gente esté ya del “revés”. Es lo bonito de este proyecto: que no se casa con algo. Pero si te soy sincero, vivo el día a día. Vivo el presente de una manera muy sana y muy intensa.

Ya me empiezan a salir bolos, pero quiero “estar” y proyectarme en el presente.

¿Qué has querido transmitir con este trabajo?
Como comentaba antes, el objetivo era unir estos dos mundos, el de la música de orquesta y el de la música electrónica, El trabajo ha sido al revés de como suele ser habitual. No debía seguir un guion —pues siempre soy yo quien recibe las historias en forma de películas y series (que me encantan por cierto)—, ahora se trataba de dejar surgir las emociones para que, después, cada oyente, las interprete a su manera. Ha sido un proceso muy bonito.

¿Y este va a ser el primero de una continuidad?
Sí. Este lo he grabado con un violín, viola, violonchelo, clarinete y trompeta, añadiendo pianos y todo lo electrónico, y la idea es que el siguiente sea orquestal.

El gran Ennio Morricone nos ha dejado recientemente, en tu caso ¿cómo te gustaría ser recordado?
Sinceramente no lo pienso. Creo que mi ego —que todos lo tenemos— no llega hasta el hecho de pensar el legado que quiero dejar. Pero sí es cierto que ando en muchas cosas diferentes… (risas): el disco, el himno de la Liga, películas, colaboraciones con artistas… Me gusta esta variedad y no me gustaría que la gente dijera: “Ah, Lucas era buen compositor de bandas sonoras”, sino que hago muchas cosas diferentes. Pero como te decía antes, no quiero llegar a ese punto.

¿Para ti, qué significa ser un emprendedor?
Para mí, un emprendedor es alguien que tiene ilusión por hacer algo y lo quiere desarrollar.

¿Te consideras un emprendedor?
Creo que sí. Tengo ilusión por la música, me gusta tocar diferentes “palos”, estar abierto a nuevas formas de expresión, motivar a la gente y dar charlas… Me gusta crear cosas de la nada, y pienso que eso es ser un emprendedor.

¿Existen momentos difíciles cuando te pones a trabajar?
Sí. Como todo en la vida, tiene su parte buena y su parte frustrante. En mi caso, a veces, el depender de mi creatividad e inspiración continuamente, me hace sentir algo presionado. Tienen que surgir cosas y deben ser buenas. Y, por otro lado, mi trabajo es muy adictivo. Me gusta mucho lo que hago, pero considero que es importante hacer otras cosas en la vida. No solo dedicarte a tu trabajo y a crear. Y en ello estoy, haciendo un trabajo para no solo quedarme con la música y con mi familia.

¿Cuánto tiempo te lleva crear unos pocos minutos de música?
Al principio mucho, pero vas cogiendo experiencia. Me gusta trabajar rápido: puedo hacer cinco minutos en dos o tres horas o tirarme un día entero. Depende de lo compleja que sea la escena… 

¿Eso es rápido? Supongo que cada minuto trabajado es muy intenso.
Sí, sí (risas). Es muy difícil y es así.

¿Qué retos tienes por delante? ¿Cómo te ves en el futuro?
Me veo aprendiendo, disfrutando… Me gusta muchísimo aprender de lo que sea: antropología —en la medida en que puedo y con mis limitaciones— o todo lo relativo a la creatividad musical.En mi caso, esa llamita por querer aprender la tengo encendida. Creo que cada uno tiene que tener una llamita encendida dentro, que puede ser simplemente estar relajado de vacaciones o disfrutando con la familia.

Por cierto, yo también disfruto con mi familia y mis amigos, pero todas las experiencias que uno va teniendo en la vida son oportunidades para aprender, sean buenas o malas. Y eso es lo que –ojalá- nunca se apague en mí.

Te deseamos mucho éxito en este disco que estrenas en septiembre, Karma, y esperamos escuchar muchas más cosas tuyas.
Muchas gracias. Creo que la labor que hacéis es maravillosa. Ánimo también a vosotros, especialmente en estos momentos actuales tan difíciles, en los que sois una estructura en donde uno se puede apoyar. Ya lo habéis demostrado en el pasado y estoy seguro de que seguiréis igual de fuertes en el futuro.

Gracias, Lucas.

Run
Double Trouble
Hapiness

Vídeos