¿En qué no están presentes las matemáticas?

A qué jugabas de niño: Todos mis juegos de crío tenían mucho que ver con los números y aprendí a calcular jugando a las cartas en familia. Esto ha sido determinante para dedicarme a lo que ahora hago. | Un reto pendiente de superar: Viajar. En casa tengo un mapamundi y voy colocando imanes de los países visitados. En el reto matemático prefiero ser realista. No me embarco en cuestiones que me parezcan imposibles | Ciencias vs Humanidades. ¿Con cuál te quedas?: Con las dos. | ¿Qué se te resiste todavía?: Me gustaría escribir una novela relacionada con los números. | Un matemático al que admires: Muchos, pero por decir uno, Srinivasa Aiyangar Ramanjuan. | Próximos retos: Tengo un proyecto educativo importante en México y una campaña que se está haciendo aquí en Asturias, de la que soy imagen, para prevenir la ludopatía en los adolescentes. | Un deseo por cumplir: Hay muchas cosas que uno espera cumplir, ¿no?, pero mi mayor deseo es escribir la siguiente página del libro de la vida, que quede lo mejor posible.

¿Cómo se pasa de asesorar a empresas a dar conferencias por medio mundo?
El cambio sucedió en el año 1998, cuando participé en el concurso de Televisión Española ¿Qué apostamos? Allí me hicieron una prueba de cálculo, me fue muy bien y gané el primer premio. En ese momento comenzó mi carrera como calculista.

Empecé a documentarme sobre los diferentes récords Guinness y, en el año 1999, lo conseguí. A partir de ahí fui avanzando poco a poco, porque debía abrir un camino que prácticamente, no existía.

Tu lema es “Aprender jugando”, ¿son divertidas las matemáticas?
Absolutamente. La clave está en descubrir su parte lúdica y divertirte con ellas. Si tu visión es una pizarra llena de fórmulas y un examen que superar, obviamente te van a aparecer abstrusas y aburridas.

La asignatura de Matemáticas es tan odiada como amada. ¿Nos gustan porque las entendemos o las entendemos porque nos gustan?
¡Las dos cosas!, es buena la pregunta (risas). Para que algo nos guste, para amar algo realmente, tienes que conocerlo.

Una vez que conoces un poquito las matemáticas, cómo funcionan y las aplicaciones que tienen, puedes llegar a amarlas.

¿Consideras que es necesario otro tipo de metodología para entenderlas?
Sí, sin duda. Si hacemos una encuesta descubriremos que a la mayoría de los estudiantes no les gustan las matemáticas, entonces, obviamente, hay algo que falla. Si mostramos su gran capacidad lúdica y demostramos que las matemáticas están en todo podríamos cambiar la percepción que se tiene de ellas. Cuando un alumno pregunta que “para qué sirven” es que existe un problema.

¿En qué están presentes las matemáticas?
¡Yo le daría la vuelta a la pregunta!, ¿en qué no están presentes las matemáticas?

Todo es número, todo es forma, todo es geometría, todo es espacio, tiempo o dimensión, entonces podríamos decir que todo es matemáticas. No se me ocurre nada que no lo sea.

¿Qué enseñan tus cursos online?
Uno de mis cursos es de agilidad mental, en él se trabajan diferentes algoritmos de cálculo mental a través de simuladores con los que la persona se entrena. Cuando ejercitas el cálculo mental consigues grandes ventajas en la toma de decisiones.

¿Podemos decir que las nuevas tecnologías están haciéndonos “vagos” en muchas áreas de nuestro cerebro?
Las nuevas tecnologías son, en su mayoría, muy positivas. Pero, como todo en la vida, depende del uso que se haga de ellas. Si para sumar 4+3 utilizamos la calculadora, obviamente estaremos dejando de ejercitar nuestro cerebro.

¿Piensas que se ha perdido el concepto de esfuerzo y sacrificio para lograr un objetivo?
Creo que, de alguna manera, sí. Si cualquier información la obtenemos a través de un clic, la tendencia será no esforzarnos tanto. Esto es un problema, pues el camino que recorres para obtener algo requiere de un esfuerzo; el buscar algo o hacer un cálculo es lo que te va agilizando y lo que va generando unos determinados patrones en tu cerebro, que luego te servirán para el resto de razonamientos. 

¿Se es demasiado mayor para aprender a ser ágil mentalmente?
No (risas). Obviamente un niño o un adolescente tienen mucha más flexibilidad y plasticidad en su cerebro y es más fácil que aprendan. Pasa lo mismo con los idiomas y cualquier persona puede aprenderlos.

Al final, independientemente de la edad, lo que importa es la voluntad y las ganas de hacer las cosas. Con ganas y una buena práctica o entrenamiento, se consigue hacer prácticamente todo.

¿Cómo podemos descubrir las capacidades que tenemos?, a veces sucede que tenemos dones que desconocemos y o no aparecen nunca o aparecen de repente o simplemente por una casualidad.
Cuando tienes una determinada habilidad o la desarrollas, normalmente es porque tiene algo que hace que disfrutes al practicarla. En mi caso, independientemente de que pueda poseer una habilidad innata, hago calculo rápido porque siempre me han gustado mucho los números. Como me gustan mucho los números, juego y practico con ellos de manera continua. A partir de ahí desarrollo esta habilidad.

Comentabas la cuestión de la práctica, ¿qué debe predominar la técnica o la práctica?
Creo que ambas cosas. Fíjate en mí, por ejemplo, yo practico porque me gusta y porque utilizo los números para tomar decisiones. A partir de ahí, al estar practicando, me voy dando cuenta de posibles técnicas, de posibles métodos para poder hacer los cálculos más rápido.

A alguien que le cuesten las matemáticas, ¿cómo le orientarías para que encontrara la motivación de practicarlas?
Lo primero es ser consciente del valor que tienen. Las matemáticas están absolutamente en todo, son importantísimas; el desarrollo científico y tecnológico depende de la herramienta matemática. Una vez nos demos cuenta de ello podrán gustarnos más o menos, pero nos interesarán por lo trascendentes que son; cualquier decisión que tomamos en nuestro día a día está dotada de fórmulas matemáticas. Manejar bien los números nos proporcionará muchas ventajas.

El éxito estaría en que nadie se preguntase que “para qué sirven las matemáticas”.

En estos momentos en que empresas y ciudadanos echamos números, ¿cómo nos pueden ayudar las matemáticas a salir de esta?
Justo así: ¡echando números! (risas). Es evidente que van a cambiar cosas, no me cabe la menor duda. Habrá que hacer muchos números y muchos cálculos y pensar cómo ajustar esto y lo otro. Es lo que sucede en situaciones de crisis.

Un último consejo para los que “no nos gustan las matemáticas”.
Incidir en que algo solo te puede gustar cuando lo conoces. No se puede decir que no te gustan los números o no te gustan las matemáticas basándote en una mala experiencia en la etapa escolar.Hay que intentar conocerlas. Quien sienta que no le gustan los números, que les den una oportunidad, que trabajen con ellos un poquito y que lo hagan de manera lúdica. Ya verán cómo descubren la mucha practicidad y la mucha belleza que tienen las matemáticas.