Enisa ha aprobado 70 los préstamos participativos con una inversión superior a 11 millones de euros, a través de la línea AVICC.
Por Antoni Rondan Justribó
Hay sectores económicos que están haciendo brillar a España en el mundo como nunca. Uno de ellos es el de la industria audiovisual. Según el Informe anual del sector audiovisual en España 2025 este nicho destaca “por su solidez y modernización” y por ser “motor económico y cultural de proyección internacional, apoyado en políticas públicas, colaboración sectorial y un compromiso creciente con la innovación, la diversidad y la sostenibilidad”.
Llegar hasta aquí no es fruto de la casualidad. La crisis de la COVID-19 impulsó que muchas empresas tuvieran que reinventarse y adaptarse a las circunstancias. El resultado fue, a diferencia de otros países europeos con regulaciones más estrictas, el desarrollo y el fortalecimiento de la producción audiovisual. Un cambio que no habría sido posible sin el apoyo Público. El Gobierno, apoyándose en una inversión estratégica de 1.600 millones de euros, posibilitó que este sector creciera un 30% entre 2021 y 2025.
Enisa, a sabiendas de que parte del despegue de esta industria dependía de la financiación, no se quedó atrás. Desde 2023, junto con el Ministerio de Cultura, busca favorecer la creación y expansión de startups y Pymes a través de la línea Audiovisual e Industrias Culturales y Creativas.
El resultado es excelente. Ya son 70 los préstamos participativos aprobados con una inversión superior a 11 millones de euros. Por comunidades autónomas el ranking lo ejerce Madrid seguido de Cataluña y Valencia.
De muestra, el botón de Novelingo
Una de nuestras empresas financiadas es la de Daniel Cañete, CEO de Novelingo, dedicada a la creación “de videojuegos formativos, accesibles, visuales y jugables” y cuya andadura emprendedora comenzó como un proyecto personal. “Contábamos con una gran experiencia creando cursos e-learning, pero al validar la necesidad en el mercado, nos dimos cuenta de que podíamos construir algo más ambicioso y escalable”, explica.
¿Cuáles han sido obstáculos a los que Novelingo se ha enfrentado? Daniel no duda en responder. “La principal barrera ha sido conjugar innovación tecnológica, impacto social y sostenibilidad financiera, todo en una fase muy temprana. También ha sido un reto conseguir financiación inicial sin renunciar a la independencia creativa del proyecto. Otro desafío importante ha sido trasladar una propuesta tan innovadora —formar a través de videojuegos— a organizaciones acostumbradas a métodos más tradicionales”, explica.
Todas estas dificultades han sido más fáciles de sobrellevar gracias al préstamo participativo que Enisa. “La financiación de Enisa está siendo decisiva para pasar de una fase de validación a una fase real de crecimiento. Nos ha permitido reforzar el equipo, invertir en tecnología y profesionalizar tanto la comunicación como los procesos comerciales. Además, nos da una credibilidad institucional que esperamos nos abra puertas a más inversión y a más organismos públicos”, destaca.
Precisamente de su equipo, y más en concreto “de la presencia de mujeres en él”, es de lo que Novelingo también presume. “La diversidad no solo nos ha aportado talento, sino también una sensibilidad especial hacia el impacto social de nuestros contenidos: igualdad, cultura y accesibilidad. La mirada diversa ha sido clave para que nuestros juegos no solo enseñen, sino que también inspiren y conecten con distintos públicos”.
La IA es fundamental
Otra empresa #clienteEnisa es Wesog System. Darío Rojo, quien la dirige, nos cuenta cómo se lanzó a emprender. “Identificamos una necesidad muy clara en el sector audiovisual: gestionar y aprovechar grandes volúmenes de imágenes y vídeos de forma eficaz. En la actualidad, los procesos de búsqueda y documentación en medios de comunicación, agencias de noticias o bancos de imágenes consumen muchos recursos, y los equipos humanos dedicados a esta tarea son incapaces de abarcar el enorme volumen de activos digitales que se generan y consumen cada día”, resalta.
Una tendencia que Darío ve que no deja de crecer. “Cada vez se producen más contenidos audiovisuales, y al mismo tiempo las y los usuarios demandan un acceso más rápido y preciso, lo que hace imprescindible que estos activos sean buscados y reutilizados de forma inmediata. Vimos que la IA estaba lo suficientemente madura para aplicarse de manera efectiva al etiquetado automático y a la búsqueda multimodal, optimizando procesos que hasta ahora eran manuales y poco escalables. Esa convicción, unida a la experiencia en el sector audiovisual y a los conocimientos en inteligencia artificial del equipo fundador, nos impulsó a dar el paso y crear Wesog Systems”.
Quien también vio todas las oportunidades que conlleva la IA para emprender en el sector audiovisual es Gerónimo Mársico, fundador en 2023 de Twin Tune. “Sin duda esta tecnología está transformando la industria musical y ofreciendo herramientas innovadoras que empoderan a artistas y personas creadoras. Nos motivó profundamente la oportunidad de generar un impacto positivo, derribar barreras y construir un futuro más equitativo y accesible en el sector. Creemos firmemente en el poder de la tecnología para democratizar el acceso a recursos y oportunidades, y emprender nos permitió materializar esta convicción”.
Un sueño hecho realidad que, como en cualquier proyecto innovador, se ha enfrentado con desafíos significativos. “Las principales barreras han sido la necesidad de educar al mercado sobre el potencial de la IA en la música, la atracción de talento altamente especializado en un campo emergente y la búsqueda de financiación que comprendiera nuestra visión disruptiva”.
Sin embargo, cada barrera la han transformado en aprendizaje. “Cada dificultad la hemos convertido en una oportunidad para aprender, adaptarnos y fortalecer nuestro propósito, siempre con la convicción de que la perseverancia y la pasión son clave para superar cualquier obstáculo”.
Unas barreras que también les han sido más fáciles de saltar gracias a “la perspectiva, el liderazgo y la visión” de las mujeres al frente del proyecto. “Ellas han sido fundamentales, y un pilar insustituible en nuestro desarrollo. La diversidad en el liderazgo no solo enriquece la toma de decisiones y la creatividad, sino que también aporta una sensibilidad única a las necesidades del mercado y a la construcción de una cultura empresarial inclusiva y empática. Creemos que nuestra capacidad para innovar y conectar con nuestra comunidad se ha visto profundamente fortalecida gracias a esta diversidad. Es un honor y una responsabilidad ser un referente para otras mujeres que desean emprender en el sector tecnológico y creativo.”
Además de la diversidad, Mársico, reconoce que el préstamo con Enisa “ha sido dinamizador” de sus proyectos empresariales. “El capital financiado ha sido clave en los inicios. No solo nos proporcionó el respaldo económico necesario para escalar las operaciones y acelerar el desarrollo de la tecnología, sino que también brindó una validación invaluable de nuestro modelo de negocio. Más allá del capital, el apoyo de Enisa nos abrió puertas, nos conectó con una red de personas emprendedoras y expertas, y nos dio la confianza para seguir adelante con nuestra misión, consolidando nuestro compromiso con las industrias culturales y creativas”, dice.
Sus próximos retos son la expansión y la validación en nuevos mercados utilizando dicha tecnología. “Buscamos seguir innovando específicamente en el campo de la IA educativa, explorando nuevas funcionalidades que empoderen aún más a las y los creadores. Tenemos como objetivo principal expandir nuestra presencia a nivel internacional, llegando a nuevos mercados y comunidades de artistas. Además, continuaremos fortaleciendo nuestra comunidad, promoviendo la educación y la colaboración, y asegurándonos que esta tecnología siga siendo una herramienta que impulse la creatividad de las y los autores”, finaliza.
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