Neuron Bio

"Hay que disfrutar del camino"

Javier Burgos

director general de Neuron Bio

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Neuron Bio

El sector de la biotecnología en España supone un 7'8% del PIB y está conformado por 3070 empresas que mueven más de 80.000 millones de euros en cifras de negocios. Neuron Bio es una empresa biotech que desarrolla biosoluciones de aplicación en la industria farmacéutica y agroalimentaria a través de sus divisiones: Neuron BipPharma y Neuron BioServices. En 2010 fue financiada por Enisa a través de la línea Pyme con un importe de 500.000 euros.

04 de mayo de 2015

¿Cómo surgió la idea de vuestro negocio?

Neuron Bio es una spin-off de la Autónoma de Madrid. Proviene, básicamente, de la idea de un catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la UAM, Fernando Valdivieso, que cuando estaba en la academia se preocupó mucho de generar patentes de los principales descubrimientos que se realizaban en el grupo. Cuando se acumuló un número de patentes ya importante, fue la propia OTRI la que nos invitó –y digo que nos invitó, porque yo pertenecía a su grupo- a hacer dos cosas: o transferir esas patentes o generar una spin-off. Entonces lo estuvimos valorando y creímos conveniente crear lo que ahora mismo es Neuron Bio.

A partir de que generáis esta spin-off, imaginamos que tendréis algunos hitos o puntos clave en la evolución de este proyecto.

Sí. Tenemos tanto hitos técnicos como hitos de negocio.

En cuanto a los hitos de negocio, por empezar por algún lado, nos constituimos el 19 de diciembre de 2005, es decir, ahora este año vamos a cumplir los diez años de constitución. Creemos que es una efeméride muy importante para una empresa de biotecnología en un entorno como en el que estamos, que no es tan favorable como otros entornos, como Estados Unidos, por mencionar alguno.

Otro hito importante fue que en julio de 2010 salimos a cotizar al Mercado Alternativo Bursátil (MAB). Fuimos la primera empresa biotecnológica en acceder al MAB y también fuimos innovadores porque fuimos la primera empresa en cotizar en continuo. En el año 2012 generamos Neo Biosolutions, una spin-off de nuestra compañía. Ese mismo año de constitución se vendió el 50 % de las acciones a Repsol, ya que Neol es una empresa orientada al desarrollo de soluciones para la industria oleoquímica.

Y otro hito a destacar es que en diciembre de este año pasado recompramos la participación de Repsol, por lo tanto, el 100 % de la compañía es ahora mismo de Neuron.

Entre los planes futuros está el sacar esta compañía también a Bolsa.

En cuanto a los hitos técnicos, en el año 2007 montamos una plataforma tecnológica de descubrimiento y desarrollo de fármacos, que aglutina más de 50 tecnologías diferentes y recorre desde estudios de alto rendimiento en células o estudios in vitro, hasta modelos de preclínicos en roedores e incluyendo como modelo intermedio el pez cebra, que es un modelo muy interesante tanto en investigación como en toxicología.

Durante estos años hemos generado una cartera de moléculas importante y entre las más avanzadas, tenemos un compuesto que está a las puertas de las fases clínicas. La primera patente que solicitó nuestra compañía fue en el año 2008 y se han solicitado una serie de patentes de compuestos que ya están siendo concedidas. Tenemos concesiones tanto en la Oficina Europea como en la Oficina Americana (USPTO).

Esto en cuanto al desarrollo farmacéutico que nos genera fármacos a partir de la plataforma que comentaba. Por otra parte, hace unos cuatro años aproximadamente, iniciamos un proyecto de diagnóstico que ha culminado el 11 de marzo de este año, con la presentación de una herramienta diagnóstica para la enfermedad de Alzheimer y que seguramente habéis escuchado, porque ha tenido un impacto en los medios muy importante. Salimos en todos sitios. Está bien porque creemos que el descubrimiento es de esa importancia, pero para nosotros no es la primera patente diagnóstico, porque la primera fue en noviembre de 2014, pero sí que abre una línea de negocio muy importante para la compañía.

La biotecnología española, en el que los proyectos tienen unos desarrollos largos, parece que tiene cierto prestigio a nivel internacional. ¿Cuál es tu percepción?

Así es. De hecho, un ejemplo es Biospain, feria de biotecnología que se encuentra entre las más importantes del mundo y, sin duda, la más importante de Europa o del sur de Europa, y que es un índice que nos está marcando que la biotecnología española tiene presencia internacional. En las primeras ediciones éramos muy poquitos y resulta muy interesante asistir, porque acuden de toda Europa y también de todo el mundo.

Sin embargo, no estamos acabando de captar la inversión necesaria internacional en áreas muy específicas, como el desarrollo farmacéutico. Para esto, todavía nos queda un poco. Y ahora, debido probablemente al contexto de crisis y a que no es un sector completamente maduro, desde mi punto de vista, pues no hemos sido capaces de atraer grandes inversiones extranjeras, aunque vamos por buen camino.

¿Eres optimista para los próximos años?

Viendo la evolución de cómo se está moviendo el sector de la biotecnología en España soy optimista, pero ese optimismo tiene que estar acompañado de las herramientas necesarias para conseguir llegar a esos desarrollos. La biotecnología, las empresas biotecnológicas, necesariamente parten del I+D que se hace en los sectores públicos y un ejemplo muy paradigmático es Neuron Bio, una spin-off que proviene de la universidad. A mí me preocupa que en los últimos cuatro cinco años ha bajado un 40 % la inversión de I+D en España y esto, al final, afecta al tejido productivo de la biotecnología. Y por primera vez, en el índice Asebio están disminuyendo los marcadores de desarrollo industrial y eso es preocupante, es decir, nosotros tenemos un retardo en la detección de este tipo de marcadores.

Háblanos del equipo de la empresa.

El equipo es lo más clave. Es la piedra filosofal de las compañías y más en las compañías biotecnológicas que, básicamente, se nutre de las ideas y del trabajo de gente altamente especializada.

En nuestra plantilla, aproximadamente la mitad, son doctores en diferentes áreas: química, farmacéutica, veterinaria, neurología, psicología, etc. Los productos tienen que acompañar, pero sin duda, la clave del éxito de las compañías es el equipo. En este sector hay que ser muy ágiles. Hay que cambiar el ritmo. Hay que repensar los planes de negocio… y para eso se necesita un equipo muy versátil. Y un equipo muy versátil proviene de un equipo muy formado y muy comprometido. Nosotros nos sentimos orgullosos del equipo que formamos, primero, porque estamos dando trabajo de altísima especialización y cualificación y en unas condiciones que son razonables en comparación con lo que hay ahí fuera. Nuestros trabajadores son indefinidos y se les trata bien, porque pensamos que, además, el recambio de los investigadores es muy complicado. Una persona altamente formada, comprometida y que conoce los entresijos de la empresa, sin lugar a dudas, hay que cuidarla.

¿Cuántos sois ahora?

Entre Neuron Bio y Neol somos unos 55 aproximadamente. La mayoría mujeres, por cierto. En este campo hay muchas mujeres.

Como todas las empresas, en vuestra trayectoria habréis encontrado dificultades. Háblanos de los principales obstáculos y de si en alguna medida, cuando os habéis sobrepuesto a ellos, os han reforzado.

¿Dificultades? Yo no recuerdo un día en que no haya habido dificultades. Ha habido muchas piedras en el camino, pero desde luego también hay que disfrutar del camino y el reto es precisamente este.

Hoy el principal problema que tenemos es el entorno en el que nos movemos, el hábitat en el que vive la biotecnología en España. Y es que el entorno no está entrenado para comprender a la empresa de biotecnología, ni desde la gran empresa ni desde las universidades y centros de investigación. Pienso que el secreto del futuro y de que todo esto vaya bien, aparte de lo que decía antes de tener una inversión razonable en este campo, es hacer una apuesta clara, porque creo que el cambio de modelo productivo del que todo el mundo habla, tiene que pasar por la I+D necesariamente, pero hay un desconocimiento general de para qué sirve la empresa biotecnológica y qué soluciones aporta a la sociedad. Las empresas debemos explicar a los ciudadanos qué hacemos, en qué trabajamos y también tenemos que hablar con las grandes empresas, las industrias, incluidas las más tradicionales, para explicarles para qué sirve la I+D. Y es que la I+D, al final, va a crear un retorno económico en las empresas. Además, también hay que tender esos puentes con los organismos públicos, que tienen que entender que la empresa es un compañero y va a llevar un desarrollo al que ellos no pueden acceder y esto, muchas veces, no se entiende.

La empresa biotecnológica sí que comprende que el siguiente salto cuántico es la empresa farmacéutica en el caso del área de la biomedicina, que es el que yo conozco más particularmente, porque nosotros llegamos hasta cierto desarrollo y a partir de ahí tenemos que ir de la mano de la empresa farmacéutica. Sería  bueno que la Universidad y el Consejo entendieran también esa transición del organismo público a la empresa biotecnológica y que también es un salto cuántico.

Es que cuesta, ¿verdad? Porque, no solo en el sector vuestro, en general siempre se comenta que en las universidades se hace un estupendo trabajo de investigación, pero que luego es complicado hacer ese nexo con la empresa, que es como realmente se monetiza todo ese trabajo. 

Efectivamente. La punta de lanza de la investigación habitualmente está en las universidades públicas. Esto no quiere decir que las empresas privadas no hagan buena investigación. Hacemos investigación de tanta calidad como los organismos públicos, pero los mayores especialistas en los diferentes campos se encuentran en las universidades públicas. Los desarrollos, especialmente el farmacéutico, son extremadamente caros y costosos, por tanto, en España al menos, no hay ningún grupo de investigación que pueda tener ese desarrollo. Por ello, las primeras fases de descubrimiento y de identificación de dianas, de mecanismos de acción, de diseño de las primeras moléculas, pienso que es muy oportuno que las hagan las universidades, pero luego ya hay que profesionalizar el desarrollo en el caso ciencia o acercarla más al mercado, llevarla del laboratorio al mercado es un trabajo más de la empresa biotecnológica.

Ya nos has dicho que el futuro de la empresa Neol está sacarla a Bolsa. ¿Qué otras visiones de futuro tenéis?

Tenemos varias líneas de trabajo para este año y para los venideros. En primer lugar queremos sacar a Bolsa a Neol Biosolutions, para financiar y capitalizar su desarrollo.

Por otra parte, tenemos previsto la mejora e implementación de los desarrollos diagnósticos.

Asimismo, buscamos socios y hacemos una apuesta de valor por la internacionalización a mercados históricos, como el de EE. UU.

Explícanos cuál es la apuesta de valor y diferenciación de vuestra empresa.

Nacimos como pequeña empresa con vistas al crecimiento. De hecho, cuando nos constituimos lo hicimos ya como Sociedad Anónima. Hay otras empresas que dependen de grandes grupos, pero este no es nuestro caso. Nosotros generamos la empresa y luego buscamos los socios.

La diferenciación en el aspecto técnico respecto a otras empresas biotecnológicas en el ámbito farmacéutico atiende a distintos puntos. Por ejemplo, nosotros hemos creado una herramienta diagnóstica que va a permitir diagnosticar la enfermedad de Alzheimer mediante cinco biomarcadores sanguíneos. La ventaja de esto, evidentemente, es que se puede hacer en una muestra mínimamente invasiva como es la sangre, frente a otras técnicas más invasivas. Hay otras aproximaciones, pero en la solicitud de patente se recogen unos marcadores que no se había visto que pueden servir para diagnosticar Alzhéimer. 

En el campo de búsqueda de compuestos modificadores de la enfermedad de Alzheimer, nosotros apostamos por tener una aproximación fenotípica. ¿Qué significa esto? Pues que nosotros vamos a buscar moléculas que eviten que las neuronas se mueran y luego ya veremos el mecanismo, lo segundo está subrogado a lo primero.

¿Hay algún fármaco vuestro que se encuentre ya en el mercado?

Nosotros no desarrollamos fármacos hasta sacarlos a mercado. Nuestro modelo es llevar a cabo la preclínica para luego negociar con las farmacéuticas; en este sentido, definimos bien dónde se produce el relevo. El desarrollo de un fármaco no es viable a nivel económico si no es a través de los grandes laboratorios farmacéuticos.

¿Qué supuso la financiación de Enisa?

La financiación fue muy oportuna, al igual que el resto de financiación pública ya que permite seguir sobreviviendo. De hecho un día financiado es un día ganado. No obstante, sería importante que hubiera un plan específico para el sector en cuanto a financiación, porque los ciclos son diferentes a la industria tradicional.

¿Cuáles crees tú que son las claves del éxito de un emprendedor?

La cultura emprendedora en nuestro país tiene luces y sombras. Desafortunadamente no se enseña en la escuela y es necesario un cambio de modelo. En comparación con Estados Unidos, España proviene de una cultura financiera, aunque hoy en día probablemente hay cierta burbuja emprendedora.

El emprendedor, ¿nace o se hace?

Se hace, seguro, porque se tiene que formar. No obstante, no todo el mundo tiene madera de emprendedor. El emprendedor está expuesto al fracaso y al éxito. No hay una seguridad como en otros trabajos. Está claro que la aptitud del emprendedor es diferente.

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